21 junio 2007
ENTRE LA CONCIENCIA Y EL ADOCTRINAMIENTO
Los alumnos de 3º de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) de siete comunidades autónomas (Andalucía, Aragón, Asturias, Cantabria, Cataluña, Extremadura y Navarra) comenzarán en septiembre próximo a estudiar la nueva y polémica asignatura de Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos. Nunca una asignatura había producido una confrontación tan fuerte como se está viviendo a causa de esta materia.
Los primeros manuales escolares ya han visto la luz. Las editoriales Santillana, Santa María (SM), Casals, Del Serbal, Bruño, Algaida o Edebé los han puesto ya en los escaparates o están a punto de hacerlo. Para muchos, los libros son la prueba del nueve de si la asignatura es un instrumento adoctrinador o un medio para formar a los alumnos en valores ciudadanos. De su análisis se deduce, en efecto, que el riesgo de un mayor o menor sesgo ideológico permanece.
En general, todos los libros de texto de la ESO abordan las cuestiones que debe aprender el alumno de una forma muy sencilla y hasta caen en la obviedad. Sin embargo, a la hora de apoyar los temas emplean recursos que pueden superar los conocimientos y la capacidad de análisis y abstracción de los estudiantes. Los manuales siguen el orden de los contenidos fijados por el Ministerio de Educación en el decreto de mínimos, pero algunos los respetan y otros los rebasan.
En general, se plantean unas sencillas definiciones de los temas, unas preguntas para comprender los conceptos, unos debates o juegos de rol sobre ellos, una experiencia para analizar y construir una visión personal acerca de la misma y unos documentos de apoyo que resaltan hechos o actuaciones de diferentes personalidades en relación con situaciones históricas.
¿Cómo abordan los manuales las cuestiones más polémicas?
Familia. El Ministerio de Educación suprimió la mención a tipos de familia y la sustituyó por «La familia en el marco de la Constitución española». En este apartado, los libros de Bruño y Del Serbel no se mantienen en ese entorno, sino que hablan de matrimonios del mismo sexo o de divorcios y separaciones o de que un elevado número de niños nacen fuera del matrimonio y de que miles de hombre y mujeres deciden que son homosexuales y conviven con sus parejas del mismo sexo. Algo similar sucede con los contenidos que desarrolla Algaida, editorial andaluza.
Por el contrario, las potentes editoriales Santillana y SM se refieren a la familia como «núcleo de la sociedad», en el caso de SM, y como «la unidad más natural y fundamental de la sociedad», en el texto de Santillana, que recrea la Declaración de los Derechos Humanos. «La decisión de formar una familia -señala el texto de SM- es un proyecto de vida que debe asumirse libre y responsablemente. Lograr una convivencia feliz implica a todos sus miembros». Santillana sitúa al alumno de manera sutil ante situaciones familiares o personales que implican un juicio sobre las mismas.
Casals basa su propuesta en los principios del humanismo cristiano y con esta filosofía, defiende un modelo de familia apoyándose en escritos del psiquiatra Enrique Rojas en los que, entre otras cuestiones, se dice que no se puede hablar de matrimonio en la unión de dos personas del mismo sexo.
El texto de Edebé fomenta la adopción de decisiones personales fundamentadas en criterios morales y asume los valores éticos inherentes a la dignidad de la persona.
Relaciones interpersonales. Todos tratan las relaciones familiares, escolares o intergeneracionales. SM hace un tratado de la amistad, el amor y la sexualidad y recoge que ésta «abarca sexo y afectividad», e incluye «la capacidad de las personas para expresar sentimientos más profundos, como el amor». Recuerda también los límites de la sexualidad.
Santillana se refiere al amor como «necesidad humana» y lo concreta en «el enamoramiento, la filiación, la fraternidad, la maternidad y la paternidad, o la amistad».
Discriminación. En cuanto a la convivencia, todos los manuales abordan la xenofobia, el racismo y la homofobia. «Es el odio contra los homosexuales, por el simple hecho de serlo» (SM) o el «rechazo intenso e irracional hacia las personas homosexuales» (Santillana).
Igualdad. El derecho a «ser iguales pero diferentes» ocupa un amplio espacio en los textos. Todos, con matices, apelan a la igualdad de la mujer, hacen hincapié en la violencia de género y proclamen la acogida de los inmigrantes.
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