Una condena escueta y formal de los casos de pederastia para a continuación añadir un pero, que los abusos sexuales de los sacerdotes son usados para atacar a la Iglesia. Este es el discurso que repiten importantes representantes de la jerarquía católica. El último en sumarse a esta línea ha sido el obispo de la diócesis riojana de Calahorra y La Calzada-Logroño, Juan José Omella, que relacionó los casos de pederastia con un presunto "acoso" a la Iglesia católica detrás del que ve "lobbies".
Omella, en declaraciones recogidas por diarioiberico.com, aseguró que hay que ser "valientes" para denunciar los casos de pederastia, pero que también se produce un "acoso" a la Iglesia por éstos, detrás del cual ve la mano de "lobbies".
A la búsqueda del cura pederasta
El obispo aseguró que "hay como una búsqueda a ver dónde pueden encontrar algunos caso de esos porque ahora parece ser que viene bien darle algún públicamente a la Iglesia católica".
"En otras profesiones también"
Además, hizo extensivo los casos de abusos sexuales a niños por parte de sacerdotes a otros colectivos al asegurar que la pederastia es un asunto "muy delicado y muy grave en el clero o en otras profesiones que también se dan, como entre los maestros, desgraciadamente".
"Atentado contra nuestra identidad"
El secretario de Estado de El Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone, aludió durante una rueda de prensa a los escándalos de pedofilia en la Iglesia como "un atentado contra nuestra identidad", pero trató de cambiar el centro del debate asegurando que los mujeres tendrán cargos de mayor responsabilidad dentro de la Curia.
"Accidente" y "defecto"El pasado jueves el nuncio de la Santa Sede en España, Manuel Monteiro de Castro, acusó a los medios de comunicación de trato "discriminatorio" y "con mala intención". Según él, cuando "en otras entidades una persona que ha tenido un accidente, ese defecto, se procura corregir", pero si es un obispo el que lo procura ayudar al sacerdote pedófilo "sin echarle", entonces "se hace una página entera" en los medios.
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