30 octubre 2006

ALEMANIA. LOS DEMÓCRATAS CRISTIANOS ALEMANES REFORMULAN SU PARTIDO Y LO ABREN A LOS GAYS Y LAS PAREJAS DE FACTO



Podrá no gustarle al Papa pero la Christlich Demokratischen Union (CDU por sus siglas en alemán) ha decidido abrir sus puertas a los homosexuales y a las parejas de facto. En efecto. La Unión de los Demócratas Cristianos alemanes, prepara reformas internas a sus estatutos con sorprendentes innovaciones que prometen hacer cimbrar al partido cristiano fundado en 1945 por Konrad Adenauer, con los "valores cristianos" y la economía social de mercado como pilares ideológicos.

Ante la caída en los sondeos de la primer ministro o canciller, Angela Merkel, la CDU ha decidido abrirse a los nuevos tiempos, para no quedarse como la mayoría de las iglesias en Europa: vacías. Como señala el semanario alemán Die Welt, los conservadores alemanes están a la caza de nuevos electores, ya que los tradicionales no son más suficientes.

La apertura de la CDU a la militancia de agnósticos, de creyentes de otras religiones (como hebreos y musulmanes), también incluye la aceptación de las parejas de facto y las uniones entre personas del mismo sexo. Todo un terremoto que inclusive podría significar cancelar definitivamente el nombre de Adenauer del nuevo texto programático, según rumores dados a conocer en la prensa europea.

La aceptación de las parejas homosexuales y de facto, va claramente en contra del concepto ortodoxo de familia que plantean el Vaticano y el Papa.

Sin embargo, la apertura a los gays no significa que la CDU pretenda equiparar las parejas homosexuales (al matrimonio convencional), ni reconocerles el derecho de adopción, lo que podría significarles, claramente, ser objeto de toda la furia pontificia. Y hasta la excomunión.

A pesar de dichos matices, importantes no cabe duda, las reformas que podrían aprobar los demócrata cristianos alemanes próximamente, no serán bien vistas por las jerarquías de la Curia Vaticana, las que sostienen una guerra sin cuartel contra toda unión que no sea la que aprueba el Papa. Es decir, entre hombre y mujer, sancionada por la Iglesia y sus "sagrados sacramentos" matrimoniales.

Cabe recordar que Angela Merkel y su partido comparten el poder con la Social Democracia Alemana (la SPD), hasta hace poco dirigida por Schroder.

Gerhard Fritz Kart Schroder dejó el poder en 2005 en favor de Merkel, luego de semanas de arduas negociaciones en las que sucedió lo que jamás nadie habría esperado: una coalición entre los demócrata cristianos y socialdemócratas. Algo así como si en México Calderón y López Obrador, se hubieran puesto de acuerdo para formar Gobierno, gabinete, definir agenda, y el primero hubiera cedido su cargo al segundo. O viceversa.

Ahora la CDU se prepara a renovarse y a lo largo de 2007 celebrarán un congreso en el que buscarán "abrirse al país real", so pena, de no hacerlo, de reducir su presencia cada vez más en la sociedad alemana. Y por ende, en la política, con la amenaza de convertirse, poco a poco, en una pieza de museo.

El pragmatismo reformista del mayor partido de masas de la derecha europea (con casi 574 mil militantes inscritos), "no parece una gran novedad" al diputado italiano Rocco Buttiglione (quien fue rechazado de su cargo en la Comisión Europea por sus posiciones homófonas y enviado de vuelta a Italia con su jefe, el ex primer ministro Silvio Berlusconi). Según el diputado democristiano con derecho de picaporte en el Vaticano, "desde siempre la CDU ha estado abierta a los hebreos porque comparten con los cristianos la visión fundamental de la naturaleza humana y del orden social". Si bien admite que ahora también "es necesario abrir las puertas a aquellos islámicos que comparten los valores fundamentales del cristianismo".

Buttiglione niega que esté por tener lugar una revolución en la CDU: "A mí me parece que la CDU vive evoluciones internas de forma continua y que la caracterización cristiana del partido no está en discusión. Tengo la impresión de que hay una tendencia sensacionalista en calificar a la CDU de ayer, como toda Iglesia, niños y cocina y un partido de mañana radical y de masas. No es verdadera ni la primera ni la segunda imagen".

Si bien es cierto que hasta ahora la adhesión a la CDU no obligaba a presentar un certificado de bautismo, la realidad es que la aceptación a los valores cristianos era desde siempre un valor constitutivo del partido alemán.

Pero los cambios en la sociedad alemana obligan a la CDU a modernizarse. En las zonas con altos porcentajes de inmigrantes, los candidatos locales son de origen turco.

Así las cosas, el último gran partido cristiano de Europa se moderniza y abre a los cambios en la sociedad y en la familia que están teniendo lugar en el Viejo Continente. Mientras tanto, el Vaticano, reinstala las misas en latín y se declara en guerra permanente con las parejas de facto y las uniones gay.

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