30 mayo 2007

GAY-TÁNAMO



Los Teletubbies son cuatro muñecos de un programa infantil que hace unos años se convirtieron en un fenómeno internacional. Los creó la cadena británica BBC y desde la Gran Bretaña saltaron a las televisiones de medio planeta. Son como cuatro peluches idénticos y gigantes. En los primeros programas lo único que hacían era jugar en un jardín. No hablaban, simplemente balbuceaban, jugaban y a veces miraban a un cielo en el que dentro de un sol se reía un bebé. De vez en cuando un conejo atravesaba la colina de hierba en la que se divertían. Una musiquilla de fondo, suave y monótona, acompañaba las imágenes.

Ese fenómeno televisivo alcanzó el mundo del comercio y los fabricantes de falsificaciones comenzaron a producir Teletubbies a un ritmo vertiginoso. En mercadillos y fiestas podían verse los peluches piratas que los niños demandaban ávidamente, por haberse convertido en auténticos ídolos infantiles. Millones de infantes se han educado con ellos sin que ningún departamento de psicología del ancho y largo mundo haya detectado alguna conducta desviada por el hecho de haberlos visto.

En Polonia gobiernan los hermanos Kaczinski; dos gemelos que han dado grandes muestras de homofobia. Una de sus medidas más polémicas ha sido investigar a los funcionarios del Estado para descubrir quiénes son homosexuales. Si descubren a uno le expulsan de su puesto de trabajo, algo que debe mejorar incalculablemente la gestión pública. Los gemelos conservadores han inventado la homofobia preventiva. Con chivatos e investigadores, el Gobierno polaco trabaja sin descanso para erradicar la perversión y el daño que le hacen a la sociedad las personas que no son heterosexuales.

En su afán por la búsqueda de la pureza heterosexual de los polacos el gobierno Kaczinsky ha iniciado una investigación para comprobar si uno de los cuatro Teletubbies podría tener ciertos comportamientos homosexuales. La sospecha no ha surgido porque uno de los muñecos haya copulado con otro. Surge porque en sus gestos no transmite suficiente virilidad. El objetivo es expulsar al programa de la televisión polaca si se constata que uno de los Teletubbies es gay.

La homofobia de Estado que practican los hermanos Kaczinsky está sucediendo en el marco de la Unión Europea. Pero las autoridades de Bruselas no están tomando medidas contundentes contra ellos. Polonia es uno de los núcleos estratégicos para las grandes empresas de nuestro continente: ciudadanos con cierta formación que cobran bastante dinero menos que un europeo «de primera». Pero los socios de la UE no deberían permitir que una discriminación como esa ocurriera en su territorio.

La ola neoconservadora que está despertando es tremendamente dañina y supone una regresión al puritanismo decimonónico. Las ideas de los líderes polacos son casi gemelas a las de Bush. Después de haber reconquistado el neoliberalismo económico, tras el fin de la guerra fría, los líderes reaccionarios quieren moralizar sus sociedades y disminuir los derechos de la ciudadanía. Y como no hay moral sin doble moral, el método Kaczinsky denuncia lo que él mismo es; una perversión.

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