04 mayo 2007

OBISPO PARAGUAYO CLAUSURA PARROQUIA POR ESCÁNDALO SEXUAL



El obispo de la diócesis de Alto Paraná, monseñor Rogelio Livieres, clausuró temporalmente las actividades de una parroquia de su jurisdicción por un presunto escándalo sexual protagonizado por el cura párroco del lugar.

Livieres dio a conocer este miércoles un decreto diocesano por el cual ordenó el cierre de la parroquia San Miguel Arcángel de la localidad de Saltos del Guairá, distante a 550 km al noreste y todas las capillas dependientes de la misma.

Para dejar plenamente inactiva a la comunidad católica, disolvió además la pastoral parroquial y las coordinadoras de líneas, grupos, movimientos y capillas.

El obispo, perteneciente al Opus Dei, puso en claro que la determinación es un castigo a la feligresía, porque supuestamente no supo defender a su Iglesia.

"El pueblo católico tristemente asistió a todo esto sin manifestarse en defensa de sus propios derechos y de su Iglesia, como hubiera correspondido. Con dolor se debe señalar la apatía de la feligresía de la parroquia en este caso", enfatizó el prelado.

El escándalo se desató a inicios de marzo con el alejamiento del padre Juan Manuel Martínez, acusado por el mismo obispo Livieres de acoso homosexual a varios jóvenes.

A su vez, Martínez, antes de retirarse, acusó a su sustituto, padre Isidoro Cabral, de ser un "mujeriego".

Monseñor Livieres sostuvo que las acusaciones contra el padre Cabral responden más bien a una artimaña de sectores políticos mafiosos que rechazan al sacerdote porque ha criticado las actividades ilícitas en la zona, una activa frontera comercial con Brasil.

El obispo también excomulgó a ocho parroquianos que acusaron al padre Cabral, tras señalarlos por falso testimonio.

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