18 noviembre 2006

NADA DE BROMAS CON BENEDICTO XVI



Desde El Vaticano quieren detener las sátiras al Papa

La prensa italiana ha reaccionado con indignación y sorpresa ante las presiones vaticanas para que no se parodie la figura del Papa, cuestionando el sentido del humor y la capacidad de aceptar las críticas de la institución. El secretario personal de Ratzinger, Georg Ganswein, había pedido que se detuvieran "inmediatamente" las sátiras al Papa por su falta de nivel intelectual y su ofensa a los hombres de la Iglesia.

La prensa y los humoristas italianos dispensan muchas veces al Papa el mismo trato que a cualquier político del país, es decir, se le trata como una figura sujeta a crítica y susceptible de ser caricaturizado. De hecho, El Vaticano, como estado independiente dentro de Italia y como sede de la Iglesia católica, genera tanta o más información que los principales partidos políticos italianos, muy acostumbrados a ser objeto de críticas satíricas.

En defensa de la libertad de expresión
Ya que el Papa siempre ha sido objeto de un completo seguimiento, tanto para recibir elogios como críticas, entre la prensa italiana ha causado sorpresa el hecho de que el propio secretario general de Ratzinger pidiera que se detengan "inmediatamente" las sátiras al Papa, mientras que Avvenire, el diario de la conferencia episcopal italiana, también publicó un duro editorial contra este tipo de humor.

En La Repubblica informaban de que "Al Vaticano no le gusta la sátira", mientras que el influyente diario de izquierda L'Unità tituló "El Vaticano no acepta una broma" y hablaba de la "cruzada" vaticana para frenar la libertad de expresión y artística. También han salido al paso de los intentos de censura vaticana el Corriere della Sera y diversos humoristas habituales en la TV.

Las penúltimas sátiras
Al hilo de la actualidad, Benedicto XVI había aparecido en los últimos días caricaturizado como un fumador compulsivo ante los nervios de su visita a Turquía (en Italia la expresión fumar como un turco es similar a la de fumar como un carretero en España).

También un humorista realizó un juego de palabras a costa de Benedicto XVI cuando le imitó diciendo "la PACS sea con usted". El parodiador aprovechó la similitud entre paz en italiano (pace) y PACS, las siglas de la ley que daría a las parejas homosexuales los mismos derechos civiles que a las heterosexuales y a la que se opone el Vaticano.

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