29 enero 2008

“Hay amparo para discriminar”

EL GOBIERNO DE LA CIUDAD CLAUSURO UN LOCAL GAY

Festejaban un cumpleaños en el Club de Osos de Buenos Aires, un centro recreativo de un grupo de la comunidad gay, pero de repente –con una supuesta orden de allanamiento– tres inspectores del gobierno porteño junto a siete policías federales intentaron ingresar al local para clausurar el espacio. “Decían que tenían una orden judicial telefónica para ingresar”, se sorprendió Marcelo Surano, responsable del club. Ante la falta de papeles que avalaran esa orden, los responsables del lugar impidieron la entrada de los agentes. “Con este gobierno de la ciudad, parece que la policía se siente amparada para tener actitudes discriminatorias hacía los gays y lesbianas”, denunció a Página/12 María Rachid, presidenta de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (Falgbt).

Durante el operativo, los azules “amenazaban con tomar los nombres y DNI” de las personas que asistían a la celebración para citarlas a declarar ante la Justicia. Mientras tanto, en el interior del local, la celebración finalizó abruptamente. Los invitados se retiraron de a uno del club, en medio de los inspectores, policías y activistas y abogados de la Falgbt que habían llegado al lugar. “Cuando se fue el último cerramos el local y la policía puso un cartel de clausurado”, relató Surano.

Todo comenzó en febrero de 2006: “Caen unos inspectores con una denuncia anónima de ruidos molestos, el pretexto para realizar una inspección y entonces clausuran el lugar a pesar de no escuchar ruidos fuera de local”, señaló Bruno Bimbi, de la Falgbt. Tras la clausura, los responsables del club lograron, en agosto de ese año, la “habilitación definitiva” del local, ubicado en Humberto Primo 1662, en el barrio de San Cristóbal. “De buena fe pensamos que la clausura preventiva había finalizado, además, después nos realizaron más inspecciones y nunca nos dijeron que no estábamos respetando una clausura”, señaló Surano.

El 23 de enero último, dos inspectores se habían acercado a verificar si se mantenía el cierre del local. “Les mostramos la habilitación definitiva y nos dijeron que seguramente se trató de un error que aún continuáramos clausurados en el sistema, pero dos días después llegaron sin una orden judicial para clasurarnos”, contó Surano, el homenajeado en la fiesta de cumpleaños del viernes.

“La orden que tenían es tan válida como si nosotros nos resistiéramos a un allanamiento argumentando una orden telefónica de Cristina (Kirchner) o el Papa”, ironizó Bimbi. En tanto, Rachid agregó que “la policía decía que tenía una orden de la fiscal de turno Martínez, y cuando llamamos a la Fiscalía 1, nos enteramos de que esa noche estaba de turno la fiscal Andrade”.

Desde la Falgbt, Rachid adelantó que realizarán una denuncia ante la Justicia federal “por tratar de ingresar a un lugar privado sin una orden de una fiscal competente”. “Eso es una violación de los derechos humanos”, sostuvo. Además, elevarán una carta al jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, por “actitudes discriminatorias” de los inspectores.

Al respecto, Surano señaló que los inspectores les exigían requisitos “insólitos”. Así, tras aprobar los últimos controles de seguridad e higiene, se les requirió máquinas dispensadoras de preservativos, “pero sólo de las que dan un forro cuando metés una moneda de un peso”, precisó Rachid. “En varios lugares del club hay canastas con preservativos gratis, además de una máquina dispensadora en el baño”, se defendió el responsable del Club de los Osos de Buenos Aires.

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