17 diciembre 2007

Del Baño no escarmienta

Siempre me pregunto que llevará a un homosexual votar al Partido Popular. Y todavía peor: que le motivará a militar en un partido que en los últimos años ha pisoteado nuestros derechos y nos ha puesto a caldo (¿es necesario que recuerde alguna de las perlas que nos han dedicado?). Felipe del Baño es uno de esos gays que, incomprensiblemente, dan su apoyo a una derecha ruín que, durante años, nos ha impedido vivir como ciudadanos con plena igualdad.

Del Baño ha sido víctima de la homofobia de su partido, pero él sigue erre que erre. Salió del armario con la aprobación del matrimonio homosexual, quizás para contrarrestar los ataques que su partido asestó contra el colectivo lgbt durante aquellos días. En aquel momento, Del Baño era diputado popular en las Cortes Valencianas, e incluso "amenazó" con crear una Plataforma contra la Ley ZP o, lo que es lo mismo, una plataforma homosexual contra el matrimonio homosexual. No creo que sea necesario añadir más a este respecto, ya que la humillación brilla con luz propia.

Dos años después de que Del Baño saliera del armario, Francisco Camps, president de la Comunitat Valenciana, relegó al político peperogay a los últimos lugares de la lista electoral, con lo cual Del Baño se quedó sin su acta de diputado y ahora sobrevive políticamente en un pueblo de poco más de 3.000 habitantes como concejal.

Y los que pensábamos que por fin Felipe del Baño había desaparecido del panorama homófobo de nuestro país nos hemos quedado a cuadros con su petición a Rajoy de ser candidato al Congreso, "para que el PSOE no capitalice los apoyos del movimiento gay", según ha informado DM.

Este chico no escarmienta, así como tampoco lo hacen los gays y lesbianas que apoyan al Partido Popular. Y es que,después de que el PP le ninguneara haciéndole desaparecer del panorama político -todos sabemos por qué-, el chiquillo sigue en sus trece.

Parece que la autohumillación no tiene límites.

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