14 noviembre 2007

La escuela católica sigue discriminando por causa de orientación sexual


La “compasión” de la Iglesia Católica hacia jóvenes gays y lesbianas vulnera su autoestima y destruye su dignidad ante el resto del alumnado.
Un 25% de los adolescentes homosexuales piensa en suicidarse, según varios estudios europeos.


Ante la guía editada por las escuelas católicas para adoctrinar según su ideario la docencia de la asignatura de Educación para la Ciudadanía, y donde se proponen conceptos de “compasión” y “delicadeza” hacia las personas homosexuales, la federación de asociaciones Coordinadora Gai-Lesbiana de Catalunya manifiesta su total rechazo a una nueva forma de discriminación que vulnera la autoestima de los y las adolescentes homosexuales y transexuales (éstos últimos parece que no existen para la Iglesia).

Hay una doble moral en ese criterio de “compasión” y “delicadeza” que se contradice con el de “respeto” que también se menciona, pues el trato propuesto nos remite al tradicional lamento de la “desgracia” que ha tenido una familia de tener un hijo “así” (desviado, anormal).

Declaraciones

Antonio Guirado, Secretario General de la CGL, manifiesta: “A estas alturas, después de que el estudio Kinsey demostrase en 1947 la natural diversidad sexual humana y de que la psiquiatría y la psicología hace muchos años dejasen de considerar enfermedad la homosexualidad, es intolerable que bajo ningún concepto gays y lesbianas sean considerados dignos de compasión. Se trata de ciudadanos y ciudadanas como los demás y esa compasión es signo de una homofobia paternalista, pero homofobia al fin y al cabo. La libertad de cátedra y la libertad de culto no pueden amparar la discriminación de las personas por causa de su orientación sexual, sexo, ideología, origen cultural y étnico, lengua e ideología, libertades fundamentales protegidas en seis artículos de nuestro vigente Código Penal. En las aulas hay que impartir ciencia y no doctrina. Hablar de compasión y delicadeza hacia las personas homosexuales tiene nefastas consecuencias en el ámbito educativo y entre el alumnado. En primer lugar coloca a los homosexuales como una categoría inferior a los heterosexuales y en consecuencia refuerza la homofobia que lamentablemente se manifiesta a menudo con el “bulling” en los institutos y del que son víctimas los alumnos que no casan con los valores machistas al uso, sean o no gays o lesbianas. El joven que prefiera la música clásica al fútbol o la chica que prefiera el deporte a la moda, aún siendo heterosexuales pueden ser objeto de bulling”.

Jordi Petit, Presidente de Honor de la CGL, declara: “Esta presión y rechazo, sea en el instituto, la familia y su entorno inmediato, sume a muchos adolescentes homosexuales y transexuales en situaciones de aislamiento, sufrimiento callado y profundos estados depresivos. Varios estudios y encuestas internacionales revelan que más de un 25% de los adolescentes homosexuales piensan en el suicidio. Lamentablemente no se ha realizado ningún estudio sobre suicidio de los adolescentes homosexuales y transexuales en España (salvo un celebrado estudio sobre “bulling” y homofobia en varios institutos de Madrid, coordinado por COGAM que abunda en esta línea). Hace falta saber cuantos adolescentes homosexuales y transexuales sufren depresión en nuestro país y hasta llegan a suicidarse porque lo desconocemos, y a menudo, la familia esconde el motivo del suicidio o incluso lo ignora. Ese es el reto pendiente y no fomentar la compasión. Verdaderamente produce rubor constatar que todavía España no aparece en los estadísticas y relación de estudios internacionales sobre suicidios de adolescentes homosexuales”.

Para más información:

Libro francés “Homosexualité et Suicide

Libro de Québec de Michel Dorais

Estudio belga

Estadísticas europeas

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