07 mayo 2008

Minerva ya está en casa

Las primeras lesbianas gijonesas que se acogieron a la nueva ley del matrimonio ya son madres. La niña nació el pasado 1 de mayo en el Hospital de Cabueñes

minerva

La pequeña Minerva ya está en casa. Nació el pasado 1 de mayo, como la mayoría de los niños gijoneses en el Hospital de Cabueñes, y al coincidir en jueves el día de su llegada al mundo, no recibió el alta hasta ayer, una vez pasado el fin de semana. Ahora, la niña descansa ya en su habitación, la que con mimo y tiempo prepararon sus madres, Montse Prieto y Ana María Suárez, las primeras mujeres lesbianas de Asturias que se acogieron a la ley del matrimonio y las primeras también en tener un hijo fruto de su matrimonio.


Las dos gijonesas, vecinas de El Coto, decidieron procrear al año de contraer matrimonio. Sin dudarlo y con el apoyo de sus familiares pidieron ayuda a una clínica de procreación in vitro donde iniciaron el proceso de gestación. En apenas unas semanas, Ana María se quedó encinta y a partir de ahí comentó una gestación absolutamente normal hasta que en una fecha tan señalada como el Primero de Mayo, aunque un poco antes de lo previsto, llegó al mundo la pequeña Minerva.


El parto transcurrió con normalidad y tanto la madre como la niña se encuentran estupendamente. Ambas descansan en su domicilio, donde Ana María se recupera poco a poco de las típicas molestias de una mujer que acaba de dar a luz.


En estos primeros días, la casa se adapta a la nueva inquilina que con sus llantos y su demanda de alimento tiene revolucionados a todos, sobre todo por los horarios que marca un bebé. Mientras Ana María se recupera, Montse se encarga de los recados y de sacar al perro a pasear tratando de seguir con su vida normal. Ayer, ambas, salieron juntas en el que fue el primer paseo de la niña para asentarla en el Registro Civil como Minerva Prieto Suárez. El nombre de la pequeña fue elegido por sus madres de mutuo acuerdo porque evoca a una diosa de la sabiduría, lo que están convencidas de que le dará buena suerte en su vida.


Ana María y Montse son una de las cinco parejas de lesbianas que deciden inseminarse artificialmente al año en Asturias para tener hijos. La cifra, no obstante, podría ser aún mayor dado que cualquier mujer mayor de edad puede decidir someterse a este proceso para quedarse embarazada sin necesidad de tener que dar cuenta de su estado civil o inclinación sexual.

 
Las madres de Minerva explicaron en un reportaje publicado por EL COMERCIO en exclusiva a los seis meses de gestación que sienten preocupación por cómo aceptará la sociedad el hecho de que su hija tenga dos progenitoras, pero también advirtieron de que «cuando ella pregunte le pondremos las cosas claras para que no tenga dudas y así al menos no tendrá miedos a la hora de confesar si es o no homosexual».


Ana María y Montse tienen pensado bautizar a la pequeña, aunque temen la respuesta de la Iglesia. Ayer, consultado sobre este punto el párroco de El Coto, Fernando Fueyo, contestó que «no habría ningún problema».

VIDA EN COMÚN

Ana María Suárez, de 33 años, y Montse Prieto, de 39, ambas gijonesas y vigilantes de seguridad de profesión, se conocieron hace cuatro años. Primero se acogieron a la ley de parejas de hecho y con la entrada en vigor de la nueva ley del matrimonio se casaron en Gijón el 13 de mayo de 2006. Al año iniciaron un programa de fecundación in vitro y el pasado 1 de mayo nació su primera hija.

El Comercio Digital

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