05 marzo 2006

GAYS EN EL LIBRO DE FAMILIA



El "Boletín Oficial del Estado" publica la orden que adapta el documento a los casos de matrimonio del mismo sexo

El marido y la mujer pasan a llamarse cónyuges A y B

Los nuevos modelos de familia obligan a renovar leyes, lenguajes y documentos. Uno de éstos es el Libro de Familia que, a partir de ahora, contemplará que existen matrimonios formados por dos personas del mismo sexo. El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó ayer una orden del Ministerio de Justicia que modifica ese documento y los modelos de asiento y certificados del Registro Civil. Les otorga el lenguaje apropiado a las parejas homosexuales.

Gays y lesbianas lucharon arduamente para lograr la aprobación de la ley 13/2005 que reconoce su derecho a casarse. Y, ya se sabe, tras la boda viene el estreno de un libro de familia cuyo modelo, con retoques posteriores, data de 1958, y que ahora volverá a cambiar ligeramente. En las páginas donde constan los contrayentes, las identificaciones de ambos serán de don / doña --senyor / senyora en catalán--, sustituyendo a la versión en la que el don ocupaba la primera línea y la doña, la segunda.

Varios modelos
En los certificados que emita el Registro Civil, cuando se trate de matrimonios entre personas del mismo sexo, las referencias al marido y a la mujer se sustituyen por la mención al cónyuge A y al cónyuge B. En los enlaces entre un hombre y una mujer, se mantendrán los mismos formularios.

El pasado mes de julio, al celebrarse la primera boda entre dos personas del mismo sexo en España, el concejal de IU José Luis Martínez ya despejó cuál sería la alternativa a la tradicional fórmula de os declaro marido y mujer en las ceremonias nupciales civiles. "Os declaró unidos en matrimonio", anunció a la pareja pionera, Emilio Menéndez y a Carlos Baturín, quienes se ahorraron la fría solución de ser declarados cónyuge A y B.

El traductor Pau Vidal, presentador del programa Joc de Paraules en BTV, recuerda que las nuevas realidades familiares fuerzan nuevas fórmulas tanto en la esfera oficial como en la cotidiana, pero que difícilmente coincidirán entre sí. En la vida familiar, por ejemplo, "tenemos tendencia a hablar de mi pareja, con lo que no concretamos el sexo, o hablamos de la persona con la que salgo". La situación es de desconcierto, e incluso con realidades más consolidadas aún hay vacilaciones terminológicas. "Si me preguntan si estoy casado, separado o divorciado, no sé qué contestar, porque me siento descasado", afirma Vidal.

Fórmulas que hoy resultan extrañas, en el futuro pueden imponerse. "En una pareja con dos padres o dos madres, hay una cierta confusión. Quizá el término progenitor --dice Vidal-- resulte hoy útil en un registro oficial pero extraño en el habla cotidiana, pero es posible que esto deje de suceder, porque en el fondo es equivalente a la fórmula genitori que se utiliza en italiano con normalidad".

Y ésa es precisamente la opción que se ha adoptado para los asientos y las certificaciones del Registro Civil. Cuando lleguen los hijos, si son de una pareja homosexual, el funcionario sustituirá las definiciones de padre o madre por las de progenitor A o progenitor B. La orden publicada en el BOE también se aprovechará para eliminar de los documentos las casillas previstas para datos que, según leyes anteriores, no deben constar, como las causas de las separaciones y divorcios "o la buena o mala o mala fe de los cónyuges" en ellos.

Información extraida de: El periodico

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